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Mostrando entradas de 2016

LAS CONSECUENCIAS

EL HIJO Desde el quicio de la puerta observaba como yacía en su ancho sofá, ligeramente inclinado hacia atrás, mientras hojeaba el periódico del día. Yo no entendía cómo aún malgastaba esa porción de dinero cuando podías tener acceso a toda esa información a través de una pantalla. Pero allí estaba él, leyendo detenidamente, las particularidades escabrosas del mundo. Desde hacía días me movía entre la desconfianza y la absurdez. Y aunque ganaba siempre esta última, el ronroneo de que algo no marchaba bien iba y venía a mi cabeza. Marchó el viernes pasado con su ligera maleta y el pasaporte en la mano alegando que había surgido un imprevisto, de difícil reparación, recalcó, en una de las fábricas que su compañía tenía repartidas por el mundo, y requerían su presencia. Y allí nos quedamos mi madre y yo, sentados en la mesa de comedor, frente a una cena que siempre era hecha con esmero y cariño. No recuerdo que ella pronunciara palabra. Limpió sus labios con una servilleta de lino y

Soy quien aún te ansía

Lo recordaba con el pelo muy corto, algo más formado, pero su mirada seguía estando ahí, como la primera vez en aquella orilla. Sus manos fuertes, agrietadas por el trabajo de sol a sol, sus hombros anchos, que aquella tarde fueron su almohada, y sus labios carnosos, rosados, hacían contraste con el tono canela de su piel. Ahora, guardaba una barba de días, y se escondía detrás de una sonrisa que regalaba a cualquiera. Iba y venía, pero con ella, siempre estuvo ahí. Sin falsas sonrisas, sin promesas, sin adornos, sólo ellos dos. Sus manos memorizando su cuerpo, recorriendo cada surco, cada curva. Su boca hablando salvajemente frente a la de ella. Los labios mordisqueados por ella. Intención de volverle un poco más loco. Su chaqueta de cuero marrón, el suelo para dos cuerpos que se desnudaban entre la necesidad, el miedo al desvanecimiento y la adicción el uno del otro. El reloj paralizado a cada caricia de los dedos de ella sobre la piel desnuda de él. El poco vello que aún conserva s

Cuando fuimos y nos acabamos perdiendo

Cuando pierdes la perspectiva Cuando deja de tener sentido Cuando no te reconoces Cuando la soledad es tu única respuesta Cuando te has perdido y no hay camino al que volver Cuando sólo vives en caída Cuando alrededor sólo hay vacío Cuando todo está perdido porque nunca se encontró Cuando sólo eres tú y a veces ni a ti te gusta Cuando...todo se apagó
Dejarte Voy a dejar de creer que uno se enamora sin sufrir por ello Voy a dejar de crearte a mi antojo Voy a dejar de esculpirte como si un artista me creyese Dejar de imaginarte en cada sueño Dejar de suspirarte porque nunca llegaste Te desvaneciste al primer ring de mi reloj Te deseé tantas noches, que confundo mi realidad con la nuestra, como si me hubieses susurrado un futuro de a dos Voy a dejarte ir porque nunca llegaste del todo Porque tus suspiros no eran más que los míos pidiendo salir de tu boca Porque tus caricias siempre simularon un amor que no llega Un amor que son habladurías de las hadas Un amor que se asoma pero nunca cruza el umbral de "túyyo" contra el mundo Un mundo que cada despertar me recuerda que yo dibujaba para mí a la espera de que hicieras tu entrada Esperando un "cuandomenosloesperes" de película porque el mundo real ya está ahí fuera Ya no busco amores a la vuelta de la esquina ni esperanza en cada sonrisa, esperando que