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Mostrando entradas de enero, 2011

Outras coisas

    He de reconocer que no soy muy dada a este tipo de cosas. Es más, ni si quiera repartí los otros dos que me dieron. Soy muy perezosa para ello, como ya habréis comprobado. Sin embargo, como este nuevo premio conlleva decir algo sobre mí misma trataré de respetar alguna de las condiciones, aunque el premio me lo guardaré para mí, con permiso de Big.Small.Big.Small.       Primero he de agradecerle a Big.Small.Big.Small por acordarse de mí al concederme este premio. Si queréis visitar su blog (por supuesto, os lo recomiendo) os dejo el enlace: http://tansimplecomocorrecto.blogspot.com/ Creo que, sin buscarlo directamente, al fin y al cabo, todos pretendemos que nuestras letras tengan un fin o creen un sentimiento en el lector. Sólo vosotros sabréis si se consigue.  Siete cosas sobre mí: * No me gusta hablar de mí misma. * Hace menos de dos semanas que llevo aparato en los dientes, ¡por segunda vez! * Escribo y hablo portugués. * Me he mordido las uñas hasta hace un par de años.

No me robes

No me robes el rayo de sol sostribado sobre tu mejilla. No me robes tu mirada. No me robes las caricias de media mañana. No me robes las palabras calladas. No me robes las fantasías pendientes. No me robes los silencios hablados. No me robes las fotos en blanco y negro. No me robes tus momentos compartidos conmigo. Shhhh no te atrevas a robarme mis recuerdos.

Amor perseguido, amor sin sentido

     Tal vez éstas seas mis últimas palabras. Presiento el fin cada vez más cerca. Las fuerzas hace ya tiempo que me abandonaron. Miro con tristeza hacia atrás, hacia aquella familia que me vi obligada a abandonar, hacia aquella vida que ya no existe en mí. Mi equipaje es cada vez más ligero, como lo son ya mis recuerdos. La vida de antes, la que ahora añoro, se difumina cuando trato de pensar en ella. Me cuesta recordar las facciones de mi madre cuando me despertaba cada mañana para ir a la universidad, sin embargo, nunca olvidaré la tristeza de sus ojos el día que me vio partir; ambas sabíamos que sería para siempre. Cuando me di cuenta de que los recuerdos empezaban a desvanecerse, decidí escribir un diario, pero un diario de recuerdos. No importaba la línea temporal, sólo que fueran míos, que fueran reales. Necesitaba recordarme a mi misma que antes de esto, antes, yo tenía una vida, que yo era feliz.      En los últimos tres años, he cambiado dos veces de país, cuatro veces

Desencuentros buscados

¿Qué esperas encontrar? ¿Dulces despertares con tortitas y chocolate? ¿Tardes de lluvia jugueteando en el sillón? Reconócelo, eso no es para ti. Contigo no hay comida los domingos en casa de mis padres. Ni paseos al atardecer. Contigo no hay rutina de lunes a domingo ni sueños en el colchón. Tú estás podrido de caos y yo, hija bastarda, de la tradición. Contigo sólo hay arranques de improvisación y carreras a mil por hora. Huyendo cada noche de ti mismo con miedo a tener que parar y dejarte seducir por el paisaje. Tal vez quisieras quedarte. Y yo parando en cada rincón deseando permanecer quieta. No quiero que me busques. Seríamos el desencuentro esperando ser olvidado en una noche de estrellas fugaces. O un caballito a 200 por hora. Excitante, pero efímero. Nunca dejarás de buscar, pero sólo necesitas encontrarte a ti mismo. Él, con ojos perezosos, vio el haz de su silueta, escapándose por la puerta. Ella, paralizada, descansaba en el umbral, con manos temblorosas. Ésta fue la últ

Anonimato y fantasía

      Ese día estaba demasiado descentrada para concentrase en el libro que presidía la mesa de centro. Tras un breve zapping por los cientos de canales disponibles, dónde pasaba de series de los 80´s a productos milagrosos, optó por perderse entre las posibilidades de internet. Sin embargo, es difícil buscar cuando ni siquiera sabes que estás buscando. Revisó de arriba a abajo los marcadores guardados en los últimos años. No acostumbraba a hacer limpieza, como habéis podido comprobar. Después de una larga hora, se percató de un pequeño icono blanco; marcado como chat. Le vino una sonrisa a la cara recordando las conversaciones con desconocidos, los encuentros virtuales entre dos mentes liberadas. Por ello, se vio tentada de revivir viejas emociones. Ya había olvidado completamente su viejo Nick, aunque sus ojos se entrecerraron intentando recordarlo. Esta vez eligió "mariposa", como la que llevaba tatuada bajo el ombligo, muy cercana a su ingle.      Empezó una convers

Tic, tac, tic, tac.

Sólo son cinco minutos tarde, seguramente habrá tenido problemas para encontrar aparcamiento. El centro a estas horas es imposible, se decía ella una y otra vez, como forma de auto convencerse de que la decisión tomada fue la correcta.  Ahora, hace seis meses, que toda la historia comenzó. Fue en la fiesta de celebración del 25º Aniversario de la empresa. Ellos nunca se habían visto. Ella trabajaba como supervisora del departamento de ventas. Él, por el contrario, era el informático de la quinta planta. Sus miradas se cruzaron por primera vez en el cóctel previo a la cena. Ella se cruzó con sus penetrantes ojos, que, descaradamente, estaban recorriendo toda su anatomía. Al sentirse sorprendido, escondió sus pensamientos detrás del camarero de las bebidas espumosas. Ella le buscó entre risas, canapés y sonrisas forzadas sin notable éxito. Pero, el destino previó que volvieran a encontrarse media hora después, en la cuarta mesa a la derecha. Sólo les separaban la secretaria del direc